miércoles, 23 de marzo de 2011

A la hora de sentarme a comer, no me importa cómo se viste la gente ni cómo habla, cómo luce, cómo suena, ni siquiera cómo huele, todas las personas son bellas si comparten una simple cualidad: respeto por la comida, por el momento, y respeto mutuo: por quienes cocinan, quienes sirven y quienes comen
Esas personas siempre son bienven
idas a mi mesa...
Francis Mallmann.

No hay comentarios:

Publicar un comentario